El pleno del Congreso ha dado su respaldo este jueves, a falta de la votación, a la renovación del Plan Moves III de impulso a la compra de vehículos eléctricos, aunque con críticas a sus “farragosos” trámites, a la tardanza de más de un año de las ayudas y al retraso en la instalación de puntos de recarga.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha dicho que este plan ha incentivado la adquisición de 142.000 vehículos eléctricos y la instalación de 113.000 puntos de recarga; y ha asegurado que está “muy bien valorado por sector”, porque es un “palanca para la industria”.
Sumar y los socios parlamentarios del Gobierno han opinado, sin embargo, que su regulación se podría mejorar “muchísimo” y han animado a la ministra a copiar el modelo de Portugal, que triplica los resultados de España, con ayudas automáticas y no de más de un año, que se extienden a los vehículos de empresa y alquiler, y con un sistema de recarga unificado.
Grupos como el PNV, ERC y Vox han criticado que solo las rentas altas puedan adquirir vehículos eléctricos, ya que el comprador tiene que adelantar el dinero en lugar de recibir el descuento en el momento de cerrar la operación en el concesionario.
El PP y Junts han reprochado a Aagesen los tres meses de “inseguridad jurídica” que ha soportado el sector desde que expiró el plan anterior.
Podemos ha criticado que España bonifique con 10.000 euros la compra de un Tesla, mientras que mantiene los aranceles del 45 % a los coches eléctricos de China.