
Durante la exposición internacional Power2Drive (P2D), celebrada en Múnich entre el 7 y el 9 de mayo, hubo un tema que no pasó desapercibido: la carga bidireccional.
Según expertos del sector, esta tecnología es una pieza esencial para consolidar el futuro de la electromovilidad en Europa.
El sistema Vehicle-to-Grid (V2G) no solo promete beneficios económicos para los usuarios, sino también una solución efectiva frente a los desafíos de estabilidad en la red eléctrica.
Pero aún hay barreras por superar.
Para profundizar en el presente y el potencial de esta tecnología, Mobility Portal Europe conversa con Chris Heron, secretario general de E-Mobility Europe.
¿Por qué este año el enfoque de P2D se centró en la carga bidireccional?
La carga bidireccional y el V2G son una oportunidad que debemos aprovechar.
Son fundamentales para que los vehículos eléctricos se conviertan en la opción predominante en los próximos años, y para asegurar que generen el mayor beneficio económico posible para los consumidores, gracias al uso de su flexibilidad energética.
Hoy la carga inteligente y, en el futuro cercano el V2G, pueden representar un ahorro de cientos o incluso miles de euros al año para los usuarios europeos.
Esto es clave, considerando que un tercio de los europeos sólo considerará adquirir un coche eléctrico cuando sea más barato que uno de combustión interna.
Esto también se traduce en beneficios para el sistema energético…
Un dato revelador es que, para 2030, se espera que la capacidad total de las baterías de los coches cero emisiones en Europa equivalga a la energía que consumen 30 millones de hogares, más que todo el parque habitacional de España.
Incluso si solo un 30% de esos vehículos ofrecieran servicios V2G, ya superaría la capacidad energética residencial de los Países Bajos.
¿Existen metas concretas para que esta tecnología sea adoptada masivamente?
Sí. En Alemania, el Gobierno fijó como objetivo que para 2028 estemos preparados para implementar V2G a gran escala.
Esto implica una responsabilidad compartida entre fabricantes de vehículos, operadores de carga (CPO) y operadores de red.
Todos deben colaborar para habilitar la flexibilidad que permite la carga bidireccional.
¿Y cuál es el rol de la Unión Europea?
La Comisión Europea está abordando este tema como una prioridad transversal.
Se requerirá que, a partir de 2027, los fabricantes de puntos de carga garanticen la compatibilidad con carga bidireccional.
Además, se están analizando los requisitos de homologación de vehículos, lo cual es fundamental para facilitar su integración en este nuevo paradigma energético.

¿Qué avances hay en términos de estandarización e interoperabilidad?
Alemania ha sido pionera al impulsar interacciones entre los distintos actores del ecosistema mediante una coalición voluntaria respaldada por el anterior gobierno.
Gracias a ello, los estándares de protocolo de datos desarrollados allí han llegado a Bruselas, donde hoy se trabaja en datos energéticos e interoperabilidad para la carga bidireccional.
No queremos 27 modelos distintos en Europa. Necesitamos un mercado común que acelere la adopción de la carga inteligente y bidireccional.
Los vehículos eléctricos ya no son solo medios de transporte, son recursos energéticos distribuidos.
Sin embargo, existen desafíos que impiden que el V2G se convierta en una realidad concreta…
Uno de los principales obstáculos es de tipo regulatorio.
Un ejemplo es la doble imposición en Alemania, donde los consumidores deben pagar dos veces por la energía que inyectan y retiran. Eso no debería suceder.
¿Y qué ocurre con los estándares técnicos?
La interoperabilidad sigue siendo un desafío. Aquí, la responsabilidad recae en los CPO, fabricantes de vehículos y operadores de red, quienes deben trabajar de manera conjunta para avanzar.
Parte de esto depende del sector privado, pero también es necesaria una regulación clara que establezca las condiciones para escalar la tecnología.
Sabemos que en los próximos años habrá avances normativos en materia de carga y homologación de vehículos, que impulsarán aún más la adopción del V2G.
Desde E-Mobility Europe, ¿en qué proyectos están trabajando actualmente?
Estamos participando en dos iniciativas europeas financiadas por la Unión Europea: Scale y Flow.
Ambos son proyectos pilotos a gran escala que buscan testear esta tecnología en entornos reales.
Un ejemplo destacado es el proyecto en Utrecht, Países Bajos, donde se desplegaron decenas de Renault 5 bidireccionales, con el objetivo de convertir la ciudad en la primera ciudad bidireccional del mundo.
Estos ensayos prácticos son cruciales para demostrar cómo escalamos esta tecnología y la hacemos viable a nivel comercial.
En E-Mobility Europe estamos orgullosos de formar parte de varios de ellos.

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