El domingo 15 de junio, Luca De Meo sacudió al mercado automotor al anunciar que dejaría Renault Group para asumir el cargo de CEO en Kering, el conglomerado de lujo propietario de marcas como Gucci y Saint Laurent.
La reacción de los mercados fue inmediata: las acciones de Renault cayeron un 8%, mientras que las de Kering aumentaron un 12%, reflejando la sorpresa y la incertidumbre generada por la salida de un líder de tal calibre.
Desde su llegada en 2020, De Meo lideró una transformación en el grupo francés con un fuerte enfoque en la electrificación, lo que permitió a la marca consolidar su presencia en el mercado de vehículos eléctricos.
En ese momento, la automotriz atravesaba una situación financiera complicada: en el primer semestre de ese año sufrió una pérdida histórica de 7,3 mil millones de euros.
El impacto de la transición eléctrica de Renault en cifras
“Queremos hacer populares a los vehículos eléctricos”, afirmó De Meo en su primer año al frente de la firma. En ese sentido, apeló a diferenciar los diseños: “Todo coche debe tener una ‘E’, la ‘E’ de emoción. Si hacemos todos iguales, los banalizaremos”.

Su salida se da en un contexto favorable para la marca, que presentó un desempeño destacado en el sector de los autos eléctricos durante el primer trimestre de 2025.
El 44,2% de las ventas en Europa fueron de modelos electrificados, un aumento de 15,3 puntos respecto al mismo período de 2024. Dentro de este segmento, las ventas de BEV aumentaron un 87,9% con el Renault 5 E-Tech liderando su categoría.
Este incremento en la participación es clave para la automotriz, que también se posicionó como número 2 en ventas de híbridos (HEV) en Europa durante el primer trimestre de 2025.
El crecimiento refleja el éxito de la estrategia de electrificación, que ha sido impulsada por modelos como el Renault 5 eléctrico, el Spring y el Scenic E-Tech.
La firma alcanzó un total de ventas electrificadas del 61,2% en Europa, según su reporte de inversores para el Q1 de 2025.
Este éxito se enmarca dentro de una recuperación más amplia, ya que Renault registró un crecimiento del 2.9% en ventas globales, a pesar de un entorno desafiante.
¿Qué significa la salida de De Meo para la estrategia de electrificación?
El italiano asumió la dirección de Renault Group en julio de 2020, en un contexto difícil marcado por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.
Su nombramiento fue percibido como una oportunidad para revitalizar la marca y reorientar sus proyectos hacia el futuro. “Aunque la situación no tiene precedentes, no es definitiva”, afirmó en ese momento.
Bajo su liderazgo, la compañía lanzó el plan estratégico “Renaulution“, cuyo enfoque central fue la electrificación, la rentabilidad y la simplificación de su gama de vehículos.
Este plan marcó un giro hacia los autos eléctricos, con un énfasis en mejorar la rentabilidad de los modelos mientras se transformaba la oferta de la empresa.

Entre los modelos más destacados estuvo el Renault 5 eléctrico, un regreso de la histórica berlina, modernizado para adaptarse a las demandas actuales del mercado.
El R5 E-Tech lideró las ventas en Francia durante el primer cuatrimestre de 2025, destronando a Tesla.
El plan también incluyó una reestructuración de la marca Alpine, que comenzó a orientarse hacia un enfoque de alto rendimiento eléctrico.
El lanzamiento del A290, el primer hot hatch eléctrico de Alpine, subraya el impulso hacia una mayor presencia en el mercado de autos eléctricos de lujo.
¿El vacío de liderazgo afectará el progreso?
Antes de llegar a Renault, De Meo ocupó cargos clave en Fiat y Volkswagen, donde jugó un papel crucial en la revitalización de marcas como Alfa Romeo y Seat.
Su salida abre preguntas sobre el futuro inmediato de la estrategia de Renault. Entre los candidatos para sucederlo, mencionados por Bloomberg y Financial Times, figuran Denis Le Vot, actual director de Dacia, y Maxime Picat, ex ejecutivo de Stellantis.
Los esfuerzos de la automotriz se enfocan ahora en garantizar que su plan estratégico a medio plazo se mantenga firme.
Aporta a esto el mismo De Meo en sus declaraciones recientes: “Llega un momento en que uno sabe que su trabajo está hecho. Los resultados hablan por sí mismos: son los mejores de nuestra historia. Tenemos un plan estratégico listo para la próxima generación de productos. Por eso he decidido que es el momento de pasar el testigo”.
Aunque la marca asegura que los proyectos estratégicos seguirán adelante, queda por ver si el vacío dejado por De Meo pueda ralentizar el progreso de la transición hacia la movilidad eléctrica.
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