En un contexto en el que numerosos países europeos siguen dependiendo de incentivos para sostener la demanda de vehículos eléctricos, los Países Bajos avanzan hacia una transición sin subsidios.
Según datos oficiales, en febrero se registraron 10.174 matriculaciones de vehículos eléctricos, lo que supone un incremento del 22,4% respecto al mismo mes de 2024.
Este crecimiento posicionó a los vehículos eléctricos como la segunda opción de propulsión más popular en el país, con una participación de mercado del 36,6%, superada solo por los vehículos híbridos.
“Esto significa que uno de cada tres vehículos nuevos en los Países Bajos es eléctrico”, afirma Crijn Bouman, CEO y cofundador de Rocsys, a Mobility Portal Europe.
La decisión de abolir los subsidios fue confirmada por la Agencia Empresarial de los Países Bajos (RVO) a Mobility Portal Europe , que afirmó que el plan cumplió su propósito: “Alentar a más propietarios de vehículos a cambiar a vehículos eléctricos”.
De esta forma, en 2024 finaliza definitivamente el programa de subvenciones para la adquisición de vehículos tanto nuevos como de segunda mano, aplicable tanto a particulares como a empresas.

En este sentido, Bouman destaca: “Incluso sin incentivos, los vehículos eléctricos ya son suficientemente atractivos”.
Añade además: “Los precios están bajando rápidamente, lo que hace que el mercado sea cada vez más autosuficiente”.
Según el experto, uno de los factores que favoreció esta situación fue el alto costo de los combustibles, impulsado por una política fiscal que impone gravámenes a los productos derivados de combustibles fósiles.
“Esto hace que el punto de equilibrio financiero de los vehículos eléctricos se alcance rápidamente, ya que, aunque los vehículos eléctricos todavía pueden costar entre un 10 y un 20% más, sus costes operativos los hacen más rentables a medio plazo”, explica.
Desde enero de 2025, la RVO introdujo un impuesto de circulación reducido para vehículos eléctricos (fijado en el 25 % del MRB estándar) que permanecerá vigente hasta 2029.
Aunque la exención total se retirará en 2026, el objetivo es evitar un impacto negativo en la competitividad del segmento en comparación con los vehículos con motor de combustión.
Sin embargo, el Monitor del Mercado de Vehículos eléctricos de BOVAG demuestra que, a pesar del aumento del número de coches eléctricos en la carretera, “los particulares los están abandonando debido a la creciente incertidumbre”.
Si bien el mercado general de vehículos eléctricos se expandió, la proporción de compras privadas disminuyó: del 32 al 23% en dieciocho meses.
Este crecimiento fue absorbido casi en su totalidad por el sector corporativo, donde la proporción de ventas de vehículos eléctricos aumentó del 34 al 53% en solo dos años.
Según su análisis, la razón de la disminución de la demanda privada está en parte relacionada con la incertidumbre sobre las tarifas de carga y la falta de opciones de carga en el hogar.
“Las reducciones de precios de los nuevos coches eléctricos parecen favorables, pero reducen el valor residual y generan dudas entre los consumidores”, añaden.
A esto se suma un cambio en la dinámica del mercado de segunda mano: “el 80% de los hogares compra un vehículo usado en lugar de uno nuevo”.
En 2024 se vendieron 85.000 vehículos eléctricos usados en el país, 25.000 más que en 2023.
Sin embargo, BOVAG advierte que los vehículos eléctricos usados se transfieren cada vez más entre concesionarios antes de encontrar un comprador final, y que la incertidumbre en torno al marco fiscal más allá de 2026 está obstaculizando futuras decisiones de compra.
Mientras tanto, el Estado neerlandés mantiene objetivos ambiciosos.
En este sentido, según BOVAG, el Gobierno prevé un nuevo aumento de vehículos eléctricos en el país en 2025 y 2026.
Según el Acuerdo Climático y la Ley del Clima, el objetivo es lograr una reducción del 55% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
El sector de la movilidad tiene como objetivo específico una reducción del 37% respecto a los niveles de 1990.
En este contexto, la asociación de Países Bajos subraya que la previsibilidad en las políticas públicas es esencial.
“Es necesaria una política gubernamental predecible y equilibrada para asegurar la participación del mercado privado y asegurar el flujo continuo de vehículos eléctricos”, indica BOVAG.
Y concluyen: “Una trayectoria plurianual clara para la eliminación gradual de las medidas de incentivo hasta 2030-2035 evita la incertidumbre”.