La carga manual fue el último cuello de botella que impidió la automatización completa del transporte.
Rocsys, con su sistema de carga manos libres, eliminó con éxito esta barrera en sectores clave como puertos, logística y robotaxis.
“Si los vehículos se automatizan, la carga también debe seguir el mismo camino”, afirma Crijn Bouman, CEO y cofundador de Rocsys, en una entrevista con Mobility Portal Europe.
Su experiencia previa en Epyon, una empresa de carga rápida posteriormente adquirida por ABB, lo llevó a identificar un problema no resuelto en el avance de la automatización: los vehículos sin conductor aún dependían de la intervención humana para recargarse.
Hace seis años se creó Rocsys para cerrar esta brecha.
Su solución no requiere modificaciones ni en el cargador ni en el coche.
El sistema emplea visión por computadora e inteligencia artificial para detectar y localizar el puerto de carga del vehículo, determinar la forma óptima de acceder a él, abrir la tapa y conectar el enchufe con precisión.

“Básicamente, cualquier cargador disponible comercialmente se puede adaptar con nuestra solución para automatizar el proceso de carga”, explica Bouman.
El sistema es compatible con cualquier unidad de carga de corriente continua (CC), con niveles de potencia que van desde 50 a 400 kilovatios.
Y eso no es todo.
La empresa también está explorando la automatización de los sistemas de carga de megavatios (MCS).
Su clientela principal está formada por flotas industriales y comerciales, especialmente en puertos y centros logísticos, donde ya están en funcionamiento vehículos automatizados.
Para los operadores de flotas, el objetivo es claro: maximizar el tiempo de actividad del vehículo.
Según Bouman, la carga automatizada elimina un obstáculo importante en el funcionamiento de los vehículos eléctricos (VE) autónomos.
“Nos aseguramos de que el vehículo eléctrico esté listo cuando se lo necesite, sin necesidad de que haya personal supervisando el proceso de recarga”, explica.
El despliegue más amplio de esta tecnología está actualmente en marcha en APM Terminals Maasvlakte II, una de las terminales de contenedores más avanzadas del mundo, ubicada en el Puerto de Rotterdam.
Este proyecto, que supone una inversión superior a los 1.000 millones de euros, pretende duplicar la capacidad de la terminal hasta alcanzar los 5,4 millones de TEU al año.
En estas instalaciones, 30 camiones eléctricos autónomos de Terberg operarán sin intervención humana, gracias a la tecnología de carga manos libres de Rocsys.
“Se espera que el proceso de carga dure aproximadamente una hora, con un nivel de potencia superior a 100 kW”, detalla Bouman.
La infraestructura contará con seis bahías de carga automatizadas, monitoreadas en tiempo real a través de la plataforma de supervisión Rocsys Portal.
Para garantizar un nivel óptimo de servicio, la compañía mantiene un índice de confiabilidad del 99,9%, respaldado por un sistema de asistencia remota 24/7, denominado Rocsys Proactive Care.
“Si un vehículo no está disponible cuando se le necesita, el operador de la flota incurre en pérdidas financieras”, destaca Bouman, subrayando la importancia de las operaciones ininterrumpidas.
En este marco, la ciberseguridad es un aspecto crucial de la infraestructura de carga automatizada.
Rocsys se adhiere a las regulaciones ISO en este campo e implementa actualizaciones de software remotas para salvaguardar sus sistemas.
Además, cuenta con un comité de seguridad dedicado que monitorea continuamente las posibles vulnerabilidades.
Desde una perspectiva regulatoria, la carga automatizada carece actualmente de una legislación específica, pero se espera que las normas IEC e ISO para la carga robótica se publiquen antes de fin de año.
Esta certificación facilitará, entre otros beneficios, la adopción de la tecnología en espacios públicos y desbloqueará nuevas oportunidades de mercado.
¿Cómo supera Rocsys los posibles desafíos técnicos?
La carga automatizada enfrenta varios obstáculos, especialmente en condiciones climáticas adversas.
Para solucionar esto, Rocsys desarrolló un sistema basado en visión por computadora e inteligencia artificial que permite la conexión precisa del enchufe de carga al vehículo, incluso bajo fuertes lluvias, nevadas o luz solar extrema.
Un desafío inesperado al que se enfrentó la empresa fue la interferencia de elementos externos, como telarañas en las cámaras de los sensores.
Estos incidentes han impulsado mejoras continuas en el sistema, mejorando aún más la confiabilidad del producto.


Robotaxis: el nuevo nicho de Rocsys
Más allá de la logística portuaria, Rocsys identificó los robo-taxis como otro sector clave.
Empresas como Waymo (Google), Zoox (Amazon) y Tesla ya están desarrollando redes de movilidad autónoma en Estados Unidos y China.
“En San Francisco, Waymo ya realiza 200.000 viajes pagados por semana con robotaxis”, señala Bouman, destacando el rápido crecimiento de este sector.
A pesar de los avances en América del Norte y Asia, la implementación de esta tecnología en Europa enfrenta desafíos regulatorios.
Sin embargo, Reino Unido está tomando la delantera con una legislación específica para estos vehículos, posicionándose a la vanguardia de su adopción en el continente.
“Para nosotros, este sector representa una parte importante del crecimiento y la visión de futuro de la compañía”, afirma el CEO.
Como resultado, en los últimos dos años, la empresa también se centró en el mercado de robotaxis.
Actualmente, la firma holandesa atiende a la mayoría de sus clientes en América del Norte y Europa, pero sigue abierta a expandirse a nuevos mercados.
“Hemos estado explorando oportunidades en Sudamérica, donde hay interés de Chile en nuestras soluciones portuarias”, revela Bouman.